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viernes, 15 de marzo de 2024

BELÉN Y LA ESTRELLA de Rocío Sánchez Guerrero




    Hace mucho tiempo en un pueblo vivía Belén, una mujer bondadosa. Un día Belén estaba barriendo la puerta de su casa y empezó a toser, porque era alérgica al polvo. Por allí pasaba una bruja, que por la noche anterior había hecho una pócima, pero por la mañana la bruja se había olvidado para que servía la pócima. Entonces pensó que ella podría probarla con alguien. Al ver a Belén y escucharla toser, pensó que podría probarla con ella. La bruja, era tan lista, que sabía que Belén no iba a tomarse la pócima, por eso decidió engañarla, diciéndole que era una medicina buenísima para los pulmones y la tos. Belén decidió tomarse la pócima, pero la bruja tenía que ir a buscarla a su casa.

    Al llegar a la casa de Belén,la bruja le explico de nuevo para que era la pócima que le llevaba. Belén le hizo caso y se tomó un par de cucharadas con mucho gusto, porque estaba muy buena. La bruja se quedo sin palabras y se fue volando, montada en su escoba. 

    Pasó una semana y Belén seguía sin mejorar, con una tos muy fuerte. La pócima no le había curado y cada día estaba peor.

 

 

                                                                                 Ilustraciones: Rocío Sánchez Guerrero

 

Un día Belén fue a lavar los platos y se encontró un poco rara, se sentó en el sofá y se quedo dormida. Cuando se despertó todo brillaba a su alrededor. Ella no entendía que pasaba y se quedó muy extrañada. ¡Todas las cosas de la casa estaban hechas!

Pasaron los días y Belén seguía viendo cosas extrañas en su casa y en todas partes. 

 

La bruja estaba segura que su poción estaba haciendo efecto a Belén, pues veía que Belén cada vez estaba más contenta y más relajada, pero seguía con tos.

 

 


Cada vez que Belén dormía por la noche o la siesta, una estrella aparecía de vez en cuando por su casa y hacía todas las tareas de Belén. La poción mágica de la bruja hizo que una estrella ayudara a Belén. 

 

 

Entonces Belén a buscar a la bruja, que vivía en el bosque para decirle que no se le había quitado la tos, pero que alguien le hacía las tareas de la casa. De pronto la bruja recordó que la pócima servia para que una estrella ayudara a quien bebiera la pócima

 

 Rocío Sánchez Guerrero,

3º de  Primaria 

Sayalonga

 

 

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