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viernes, 15 de marzo de 2024

UN OBJETO MÁGICO de Diana Vílchez Márquez

 

                                                                                   Ilustración:Diana Vílchez Márquez

Érase una vez, una niña que tenía un objeto mágico en su poder. Ella aún no lo sabía, pero estaba a punto de descubrirlo.

Después de un día de colegio, sonó la música por los altavoces porque era la hora de salir para ir a casa. Lorena se aseguro de que guardaba todas sus cosas en el estuche. Al llegar a casa Lorena tenía que hacer la tarea, entonces se dio cuenta de que su bolígrafo preferido no estaba en su estuche tal y como ella lo había guardado.

- ¿Cómo es posible que no esté aquí mi bolígrafo? - Se preguntó la niña.

La niña no podía hacer la tarea pues no tenía bolígrafo.

A la mañana siguiente, al llegar a clase Lorena fue la primera en entrar y pudo ver como su bolígrafo estaba haciendo la tarea el solo en un cuaderno de ella.

- ¿Estoy soñando o es qué mi bolígrafo es mágico? - Se preguntó Lorena y cuando llegó a su mesa había una nota en un posit para ella que decía esto:

- La respuesta a la pregunta que me has hecho es sí. Y estoy aquí para ayudarte en todas tus tareas. Pídeme lo que quieras y yo lo escribiré por ti, mientras tú lees un libro de cuentos. - dijo el bolígrafo mágico.

Lorena no podía salir de su asombro, estaba muy feliz y contentísima.




Diana Vílchez Márquez

3º de Primaria

Sayalonga

UN HADA SIN VARITA de Gonzalo Sánchez Ariza.

  Ilustración: Gonzalo Sánchez Ariza


Érase una vez un hada llamada Candela. Un día estaba jugando con su amiga Lucía, hija de la reina Sofía y del rey Fernando. Jugando, Lucía le rompió la varita mágica a su amiga Candela.

- ¡Oooh! - dijo Lucía- Perdona, Candela.

- ¡Mi varita! ¡ Se ha roto! - dijo Candela preocupada.

- Tranquila, yo te la arreglaré con mi magia - dijo Lucía. - ¡Pim, pam, pum! ¡ Con mi magia rosa esta varita se arreglará! - . Pero la varita no se arregló .

- La varita mágica no se ha arreglado, tu magia no ha funcionado. - dijo Candela.

- Vamos al castillo de mis padres, ellos son los reyes y pueden hacer lo que sea. - dijo Lucía.

Candela y Lucía fueron al castillo a buscar una solución. Cuando llegaron una trompeta sonó: ¡Tububú! ¡Tububú! El rey Fernando salió a recibirlas: - Bienvenidas al palacio real. ¿Qué desea mi querida hija?.

- Papá, quiero que le arregles la varita mágica a mi amiga Candela.

El rey cogió su varita mágica y junto a la reina dieron las palabras mágica: ¡Adacadabra, para de cabra! ¡Esta varita ya está arreglada!

El hada Candela no se lo podía creer, estaba tan contenta que se le saltaron las lágrimas. Lucía y Candela allí mismo se pusieron a jugar y... ¡Colorín, colorado, por la ventana un pájaro se ha colado! 



Gonzalo Sánchez Ariza.

3º de Primaria

Sayalonga

BELÉN Y LA ESTRELLA de Rocío Sánchez Guerrero




    Hace mucho tiempo en un pueblo vivía Belén, una mujer bondadosa. Un día Belén estaba barriendo la puerta de su casa y empezó a toser, porque era alérgica al polvo. Por allí pasaba una bruja, que por la noche anterior había hecho una pócima, pero por la mañana la bruja se había olvidado para que servía la pócima. Entonces pensó que ella podría probarla con alguien. Al ver a Belén y escucharla toser, pensó que podría probarla con ella. La bruja, era tan lista, que sabía que Belén no iba a tomarse la pócima, por eso decidió engañarla, diciéndole que era una medicina buenísima para los pulmones y la tos. Belén decidió tomarse la pócima, pero la bruja tenía que ir a buscarla a su casa.

    Al llegar a la casa de Belén,la bruja le explico de nuevo para que era la pócima que le llevaba. Belén le hizo caso y se tomó un par de cucharadas con mucho gusto, porque estaba muy buena. La bruja se quedo sin palabras y se fue volando, montada en su escoba. 

    Pasó una semana y Belén seguía sin mejorar, con una tos muy fuerte. La pócima no le había curado y cada día estaba peor.

 

 

                                                                                 Ilustraciones: Rocío Sánchez Guerrero

 

Un día Belén fue a lavar los platos y se encontró un poco rara, se sentó en el sofá y se quedo dormida. Cuando se despertó todo brillaba a su alrededor. Ella no entendía que pasaba y se quedó muy extrañada. ¡Todas las cosas de la casa estaban hechas!

Pasaron los días y Belén seguía viendo cosas extrañas en su casa y en todas partes. 

 

La bruja estaba segura que su poción estaba haciendo efecto a Belén, pues veía que Belén cada vez estaba más contenta y más relajada, pero seguía con tos.

 

 


Cada vez que Belén dormía por la noche o la siesta, una estrella aparecía de vez en cuando por su casa y hacía todas las tareas de Belén. La poción mágica de la bruja hizo que una estrella ayudara a Belén. 

 

 

Entonces Belén a buscar a la bruja, que vivía en el bosque para decirle que no se le había quitado la tos, pero que alguien le hacía las tareas de la casa. De pronto la bruja recordó que la pócima servia para que una estrella ayudara a quien bebiera la pócima

 

 Rocío Sánchez Guerrero,

3º de  Primaria 

Sayalonga

 

 

miércoles, 13 de marzo de 2024

LAS NINFAS de Nicolás Sánchez Ariza

 
  "Las ninfas"de Nicolás Sánchez Ariza.


Había una vez una ninfa, que se llamaba Violeta. Violeta era muy juguetona. Un día fue a jugar con su amiga Eli a la pradera. Jugaron al pilla pilla y al escondite. Su amiga Violeta le dio un golpe a su varita y la rompió.

- ¡Oh, no! Mi varita se ha roto. - dijo Eli.

- Perdón, Eli. Lo siento. - contesto Violeta

Eli estaba muy triste, porque la varita era de su madre. Violeta le pidió a Eli que se quedará con su varita, porque era idéntica a la de la madre de Eli, pero ella no la aceptó. Entonces Violeta pensó comprarle una varita nueva en la tienda de magia de José,"el mago".

-  Espera,- dijo Eli-,  vamos a ver si con tu varita podemos arreglarla, porque su varita era también mágica.

Entonces Violeta realizó un hechizo mágico: ¡Varita, varita, arréglate tú solita! Por arte de magia potagia la varita se arregló solita.

Violeta le dio las gracias a su amiga Eli y siguieron jugando felices y contentas al pilla pilla y al escondite.


Nicolás Sánchez Ariza

3º de Primaria 

Sayalonga