El elefante estaba contento y cantaba,
porque se había comprado ropa. Fue a la tienda pues necesitaba un armario, en la tienda no había armarios. El elefante se marchó triste y desolado.
De camino a casa se encontró con su amiga Águila
y le dijo:
-Yo sé que necesitas un armario.
En su casa, Águila tenía un armario robot, que él mismo guardaba la ropa, y la sacaba para el día siguiente. Preparaba el desayuno y también peinaba a su dueño. El elefante le prometió al Águila que sería el mejor amigo del armario y que cuidaría siempre de él.Y entonces le contaría las cosas que le sucederían en la escuela.
En su casa, Águila tenía un armario robot, que él mismo guardaba la ropa, y la sacaba para el día siguiente. Preparaba el desayuno y también peinaba a su dueño. El elefante le prometió al Águila que sería el mejor amigo del armario y que cuidaría siempre de él.Y entonces le contaría las cosas que le sucederían en la escuela.
Un día el elefante no pudo ir a la escuela, porque
el armario estaba enfermo y pensó en quedarse con él para cuidarlo. Llamó al doctor Mono y este le dijo que tan sólo era un
constipado. El elefante lo cuido muy bien y pasados unos días se puso bueno. Juntos se fueron a celebrarlo a la calle, un día de viento y frío. Al día siguiente, el elefante
se puso enfermo y ahora era el armario quien tuvo que cuidarlo hasta que se pudo recuperar. El elefante dejo de ir al colegio durante unos días, porque no se encontraba bien. Pero pronto se recuperó. Pasados unos días los dos fueron juntos al colegio de nuevo y volvieron a ver a sus amigos.
Valeria Díaz Guerrero
4º de Primaria
Canillas de Albaida
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